Sr Presidente de la Xunta de Galicia, D. Alberto Núñez Feijóo,
¿Qué es lo que está haciendo con nosotros, ciudadanos gallegos del pueblo español, justificándose con que “es por nuestro bien” y enarbolando la bandera de la “salud pública”? Llama la atención que ese mismo discurso no tenga color político y sea el mismo que se maneje a nivel internacional.
¿No le resulta extraño que en el supuesto libre pensamiento prácticamente no haya disidencia en el discurso oficial y quienes estén fuera de esos círculos de poder oficiales sean acallados porque no defienden la versión oficial?. Seguramente no, porque usted participa de ello, sin valorar las consecuencias tanto para usted como para quien usted representa y se supone debe usted liderar. ¿Realmente vale la pena venderse usted mismo y nuestra libertad por unos euros que no están libres de peaje y son pan para hoy y hambre para mañana?
¿Qué proyecto lidera usted, el proyecto de la preservación de la libertad de los ciudadanos españoles en Galicia o el proyecto de la sumisión tanto suya como de nosotros, los ciudadanos a los que dice usted representar?
Evidentemente lo segundo es más fácil de desarrollar que lo primero, especialmente para el que instrumentaliza el servicio público encomendado para su propio beneficio, porque liderar el proyecto de la preservación de la libertad siempre, y en los tiempos actuales todavía más, supone ir contracorriente del mundanal ruido y quedarse solo frente a élites de poder, en la lucha de la defensa de la verdad y del servicio público encomendado, supone tener principios y valores basados en la lealtad a los representados y la justicia, algo que siempre he considerado que usted no solo defendía sino vivía y daba ejemplo de ello, con su vida ordinaria, su vida profesional y cuando se emocionaba al hablar del amor que siente por Galicia y la lealtad a los ciudadanos a los que se debe.
¿Quizás se haya olvidado de todo esto y ya no lo recuerde? Quiero pensar que es eso, y que necesita que alguien de vez en cuando, un simple ciudadano como es el caso, con sus palabras le haga saber que está yendo por el camino equivocado, porque me resulta difícil asumir y llegar a la conclusión de que usted es cómplice o instigador de los atropellos a los que nos vemos sometidos los ciudadanos como consecuencia de depositar nuestra confianza en representantes que basan la toma de decisiones en criterios principalmente económicos.
Por recoger las migajas que le dan, quizás usted no sufre ni sufrirá las consecuencias de lo que legisle, pero los demás sí, incluido su propio hijo, y ¿cómo le va a explicar usted y todos esos expertos sanitarios del comité clínico a su hijo
y a nuestros hijos que va a aprobar un decreto por el cual todas nuestras libertades se verán restringidas, incluidas las de su hijo, con la excusa de la salud pública? ¿Cómo le va a explicar a su hijo y a nuestros hijos, que una niña menor de edad o cualquier mujer puede abortar porque puede decidir y hacer lo que quiera con su cuerpo y en su cuerpo manda ella, porque es libre para hacerlo, pero cualquier ciudadano no es libre para decidir si quiere o no recibir una vacuna, si quiere o no realizar una prueba PCR, entre otras cosas?
¿Cómo es posible que a los jóvenes estudiantes sanitarios (y hablo con conocimiento de causa) se les “obligue” a hacer una prueba PCR comunicándoles verbalmente a la pregunta de “cuál es el motivo de realizarla” que si no la hacen pueden verse apartados de su práctica clínica teniendo en cuenta que no se da si quiera, ni un criterio para la realización de la misma? Hagamos cálculos: 93€ “por barba” PCR, según una publicación en el BOE del pasado mes de junio, es una migaja, pero todo suma, ¿verdad?
¿Qué le va a contar usted a su hijo cuando le pregunte sobre todo esto?
¿Qué nos va a contar a nosotros a quién usted representa?
¿Cómo es posible que para poder trabajar haya que hacer una PCR?
Y mañana con la aprobación de ese decreto, entre otras cuestiones, ¿sólo van a poder trabajar los que se vacunen del covid?
¿Sabe cómo se llama esto? TOTALITARISMO.
Sí, algo de lo que se le llena a usted la boca cuando critica a otros, pero que luego usted pretende ejercer.
¿Dónde están nuestras libertades?
¿Cómo es posible que por cualquier otra circunstancia de salud ajena al covid, ya sea intervención médica, prueba diagnóstica, tratamiento, sí se cumplen los protocolos de comunicación y consentimientos informados, y uno puede decidir, faltaría más, si recibe o no un tratamiento, si realiza o no una prueba, y con el covid todo esto se pasa por alto?
¿Cómo es posible que yo no pueda decidir si quiero o no recibir una vacuna ejerciendo mi libertad? Porque desde el momento que se me comunica que si no hago una prueba PCR no puedo incorporarme a un puesto de trabajo y se me puede sancionar, expedientar o multar, incluso despedir, se me está “obligando” por coacción a realizarla, porque mi trabajo, es mi fuente de ingresos para poder vivir.
¿Cuál es el siguiente paso? El siguiente paso y situación asimilada al punto anterior, prevista por ustedes, parece que será la vacunación obligatoria por decreto.
Así que ustedes defienden mi libertad para poder abortar, para poder aplicar la eutanasia cuando se apruebe en este país, y si elijo no hacer una PCR o no ponerme una vacuna COVID, no puedo acceder al trabajo, ni asistir a la formación practica, ni a los estudios presenciales, se me aparta y me juego una multa. ¿Esto es la libertad que usted defiende?
Así que primero los culpables de una epidemia, son los ciudadanos que no respetan las recomendaciones que marca la autoridad, que son eso, recomendaciones no obligación, después los niños, luego los jóvenes, después los profesionales de la hostelería, también los profesionales sanitarios que atienden a los enfermos, a los ancianos, porque no son ellos los que están en riesgo y se pueden contagiar por los riesgos de su entorno laboral al tratar con enfermos, no, son los profesionales los que contagian a los enfermos según parece por la forma que tienen ustedes de gestionar esta situación, culpabilizando a la sociedad de algo que es difícilmente controlable. ¿Acaso usted piensa que trata con personas adultas que no tienen criterio para saber lo que tienen que hacer con su vida? ¿Tanto nos subestiman?
¿O de lo que se trata es, que lo mejor es que no pensemos ni tengamos criterio propio para que ustedes puedan decidir por nosotros porque ustedes son los que saben qué es lo que nos conviene y hacer lo que quieran con nosotros sin que rechistemos tal cual esclavitos? ¿Esto qué es? ¿Quizás una DICTADURA SANITARIA?
¿Y quienes son los responsables de que tengamos que ponernos a las colas del hambre? ¿también los ciudadanos?
¿Qué está haciendo con nosotros Sr Feijóo, qué está haciendo?
¿Ha perdido su coraje con la mayoría absoluta, se le ha quedado por el camino? ¿Ha olvidado sus principios?
Usted está donde está, en esa posición de poder porque alguien se lo ha dado, sea consecuente con la posición que representa y con la misión que usted tiene, que consiste y comienza por defender la libertad de los ciudadanos que representa, no consiste en esclavizarlos, ni hacerlos dependientes, ni
atropellarlos, ni coaccionarlos porque todo eso representa un abuso de autoridad. Y si usted lo permite porque se lo imponen, es cómplice, y al final tendrá que rendir cuentas. No permita esto.
El fin no justifica los medios.
Agradecería una entrevista personal con usted para tratar lo expuesto en este escrito y poder profundizar sobre ello, con datos y muchas situaciones particulares que ciudadanos anónimos estamos sufriendo. Por favor, como ciudadana le ruego que no nos haga sentir que somos el “daño colateral” porque eso no es de justicia.
Muchas gracias por su atención
Me quedo a la espera de su respuesta.
Fuente el diestro.